domingo, 14 de noviembre de 2010

Ahorrar conscientemente para obrar socialmente

La alternativa a la Banca convencional es la Banca Ética, que promueve proyectos sociales y ambientales


Durante la segunda guerra del Golfo pasó una cosa curiosa. Hubo gente en España que retiró su dinero de los bancos. No querían que sus ahorros financiasen una guerra en contra de la cual se manifestaban en las calles.
“La Banca de hoy no es ni ética ni cívica”, dice Nita Macia, del Departamento de Comunicación de Intermón Oxfam Aragón.
Asociaciones como Finanzas Éticas u ONG como Intermón Oxfam, Amnistía Internacional o Greenpeace denuncian que parte del dinero que se deposita en los bancos como el BBVA sirve para financiar proyectos y empresas que no respetan los Derechos Humanos y el Medio Ambiente. La Campaña “BBVA sin armas” es un ejemplo de ello.
Frente a la Banca tradicional ha surgido la Banca Ética, que sólo financia proyectos que puedan aportar algo positivo a la sociedad de carácter cultural, social o medioambiental. En España, desde el año 2004, opera el banco Triodos Bank, entidad holandesa independiente que surgió hace 29 años y que ha recibido el Premio al Banco Sostenible del año, distinción otorgada por el periódico Financial Times. “Nosotros somos un banco y tenemos beneficios, pero éstos no se pueden obtener a cualquier precio, destruyendo el planeta y a muchas personas”, dice el director territorial de Triodos Bank en Cataluña y Baleares, Joan Melé, autor del libro Dinero y conciencia ¿A quién sirve mi dinero. Tienen un Departamento que estudia la viabilidad de los proyectos, pero también exigen que la empresa que pide financiación sea respetuosa con el medio ambiente y que tenga un interés social. “Se trata de vincular economía con valores. El mundo está cada vez peor, así que algo estaremos haciendo mal”, expresa Melé. Centros de menores, escuelas, bibliotecas y proyectos de agricultura ecológica son algunas de sus iniciativas.
En enero está prevista la apertura en Zaragoza de una sucursal en un lugar céntrico de la ciudad. Ya existen oficinas en otras ciudades españolas como Madrid y Barcelona y está presente en Holanda, Reino Unido o Alemania.
Coop 57 Aragón es otra iniciativa que se rige por los principios de la Banca Ética. Es una cooperativa constituída en 2004 que aglutina a diferentes empresas aragonesas como Recicleta, Grupo La Veloz o Médicos Mundi-Aragón. Sus socios son empresas, fundaciones, cooperativas o ONG, pero cualquier persona puede ser socia colaboradora.“Se trata de que sepas que tu dinero está financiando proyectos acordes con tus ideas. Hay que ser coherente”, cuenta Juan Sánchez, miembro de Coop 57 Aragón.
La CAI no coloca datáfonos en los clubs del alterne. Son normas de la casa. Es parte de su comportamiento ético. Para ser respetuosos con el medio ambiente han compendiado los cargos de sus clientes en un solo recibo. En la red intranet de sus ordenadores hay mensajes diarios de cómo ahorrar energía. Y realizan una importante labor social. Por ley. Las Cajas de Ahorros deben destinar el 20% de sus beneficios del balance anual a obras sociales. Salas de exposiciones, centros de día o cursos de medioambiente son algunos de sus proyectos.
Caja de Ahorros de Navarra permite donar el 30% de los beneficios que obtienen con tu dinero a causas sociales elegidas por el titular bancario. Este dinero procede del fondo social de la empresa. “Se trata de una medida positiva porque introduce términos de banca ética, puedes elegir a qué destinar parte de tu dinero, pero echamos en falta un diálogo con los que nos dedicamos a la acción social para elegir qué tipo de proyectos merecen una mayor partida”, dice Macia.
“Una cosa es el fondo social de una entidad y otra cómo logras tus beneficios y a qué empresas prestas tu dinero”, explica Melé.
Con la crisis las inversiones éticas han aumentado porque “hacemos economía real, no basada en la especulación. Somos más seguros y la gente se ha dado cuenta”, cuenta Mele´. Añade que “comprar ecológico y comercio justo, depositar tu dinero en bancos donde sabes que se va a destinar a proyectos ligados a tu forma de pensar, y donar para que otros puedan llevar a cabo sus ideas, puede hacer un mundo mejor”. Apuesta por un cambio a nivel individual para después lograr un cambio global.
Reflexiona Melé: “Dicen que soy un soñador, que quiero cambiar el mundo. ¡Y tanto que lo vamos a cambiar! Por mí que no quede”.

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